El fuego se descontroló durante la filmación de una batalla y consumió al castillo de Hogwarts, uno de los principales escenarios de la saga. Sólo hubo daños materiales, que ascienden a los 150.000 dólares.
La realidad excedió a la ficción en la filmación de la última película de Harry Potter, donde una explosión se les fue de las manos a los expertos en efectos especiales y terminó destruyendo por completo el Castillo de Hogwarts, uno de los principales escenarios en los que transcurre la historia. Ocurrió el viernes por la noche, en medio del rodaje de "Harry Potter y las reliquias de la muerte" (o "Harry Potter and the deathly hallows", según el título original. El fuego se descontroló durante la grabación de una gran batalla y consumió al imponente castillo en el que estudian los aprendices de mago. Según se informó, no hubo víctimas, sólo daños materiales que fueron "bastante grandes". Las pérdidas ascienden a los 150.000 dólares. "Estábamos rodando una escena en la que Hogwarts salta por los aires durante una batalla", contó un testigo al diario Conventry Telegraph, quien agregó que el fuego terminó "totalmente fuera de control". De acuerdo a lo que trascendió en los medios locales, el incendio se produjo por una falla en los efectos pirotécnicos.
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