
En sus encuentros mensuales, los 'Paisa Potter' recrean los juegos y las escenas de la saga creada por J.R. Rowling. Nunca les faltan la capa ni la varita mágica del Harry Potter que ven en el cine. Son alrededor de 50 jóvenes fanáticos que a diario indagan en Internet por las noticias del protagonista de la saga y una vez al mes se reúnen a recrear las historias de hechicería. Hogwarts, el emblemático colegio donde estudia Harry Potter, hace dos años tiene una sucursal en Medellín, pero sin una sede específica sino que se rota por distintos sitios públicos de la ciudad. Mensualmente los Paisa Potter, como se hacen llamar los fanáticos de este personaje creado por J.K. Rowling, se reúnen bien en el Parque de los Deseos, el Jardín Botánico o el Parque de los Pies Descalzos para recrear las escenas de la saga. Cuando llegan organizan carteles, bases y demás elementos necesarios para hacer los duelos de magos y actividades entre las que se encuentran el ajedrez mágico, el pañuelito y el Quiddich (el juego más importante de la saga). Muchos transeúntes se detienen a observarlos y a compartir la magia que transmiten; unos se ríen, otros se acercan a preguntarles quiénes son y otros los felicitan. Para todos es una forma de alejarse momentáneamente de una cotidianidad no tan divertida, y en la cual son calificados de raros debido a la trascendencia que le dan a historias fantásticas. Su 'goma' es tan absorbente que no pasa un día sin pensar o actualizarse sobre lo último que haya salido con relación a su héroe. Fue todo un suceso que Rowling creara una cuenta en Facebook en la cual pueden conocer sobre ella. Para Natalia Alzate, miembro del grupo hace un año, ser un Paisa Potter es "ponerle magia a todas las cosas que se hacen para que la vida no sea tan plana, es darle ese toque especial a todo lo que te rodea", y esa magia es la que buscan transmitir a la ciudad. El principio de todo fueron siete personas que se reunieron en el foro de internet Harrylatino para conversar acerca de sus lecturas, a medida que crecieron adaptaron los juegos mágicos a las reuniones. Aun mantienen la red como mecanismo de comunicación y forma de intercambiar sus experiencias con otros jóvenes de Iberoamérica. Pero adicionalmente, aseguran el contacto cara a cara con los del valle de Aburrá con reuniones mensuales. En marzo fue su segundo aniversario y lo celebraron en la terraza del centro de convenciones Plaza Mayor, discutiendo temas relacionados con el futuro del grupo. Pero después de solucionar asuntos serios culminaron con un momento que para ellos tiene un valor ritual que resalta el sentido de hermandad. Pero lo normal es que los encuentros se desarrollen en torno a Harry Potter, recreando sus hazañas. Dependiendo de las habilidades de los asistentes, se dividen en cuatro casas, tal como en la saga. Están los ambiciosos que van a dar a Slytherin; los inteligentes, a Ravenclaw; los valientes, a Gryffindor, y los luchadores estarán en Hufflepuff. Para descubrir quién es quién, se someten a un test que cumple la función de sombrero seleccionador. En una ocasión usaron el ajedrez gigante de la estación Estadio del Metro para escenificar la partida del libro Harry Potter y la piedra filosofal, donde el pequeño mago tiene que vencer a Voldemort, su antagonista. Ahí, cada 'Paisa Potter' tomó posiciones en las respectivas casillas, como piezas humanas y se movían a voluntad del líder. Al final ganaron los negros, pero solo con argucias de hechicería blanca. Lo más importante es que entre todos reina un gran compañerismo y ni la edad es limitante, pues se relacionan desde los 14 hasta los 27 años, sin que esto sea un impedimento para hacerse buenos amigos. Ingresar no es complicado, simplemente se debe estar dispuesto a compartir su fanatismo y 'empelicularse'.